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¿Existe la brujería?

Las brujas siempre han caminado entre nosotros, poblando sociedades y paisajes históricos de todo el mundo durante miles de años. Desde Circe hasta Hermione Granger, o desde Morgan le Fay hasta Marie Laveau. Las brujas han existido durante mucho tiempo en los cuentos de hadas sobre mujeres con extraños poderes que pueden dañar o curar con magia blanca o negra. Y aunque las personas de todos los géneros han sido consideradas brujas, es una palabra que ahora se suele asociar con las mujeres.

A lo largo de la mayor parte de la historia, han sido personas a las que temer, alguna extraña que amenaza nuestra seguridad o manipula la realidad para sus propios propósitos volubles. Es una paria, una persona non grata, una mujer de la que hay que alejarse. Y aunque se las ha considerado una entidad destructiva, en realidad, las mujeres brujas han sido históricamente mucho más susceptibles a los ataques que personas que infligen violencia. Al igual que con otros forasteros “terroríficos”, ellas ocupan un papel paradójico en la conciencia cultural como agresora viciosa y presa vulnerable.

Sin embargo, durante los últimos 150 años, las brujas han pasado de ser un horror a una figura de inspiración. Ahora bien, un buen lugar para comenzar es aclarar cualquier concepto erróneo que pueda tener sobre las brujas: aquí está la verdad sobre los mitos más comunes que existen.

Las brujas no son reales

Hay muchos tipos diferentes de brujas que se presentan en la cultura pop, pero las brujas también existen fuera de las películas y los cuentos de hadas.  En la vida real, puedes ser una bruja y lucir como tú, sin necesidad de comer niños o hacer cualquier otra práctica terrorífica. Una bruja es simplemente alguien que es consciente de su propio poder y lo pone en acción.

La brujería es costosa

La ventaja de la reciente popularidad de la brujería es que se está volviendo más accesible y más personas comprenden que la brujería no es sinónimo de maldad. También permite que las brujas poderosas ganen dinero con su oficio, lo que demuestra el poder de la magia por sí sola.

Pero, por supuesto, las herramientas como los cristales, las cartas del tarot y el incienso pueden ser útiles en los rituales y pueden ayudar a agudizar su poder si está interesada en esta práctica. No obstante, todo lo que realmente necesitas es a ti misma. Antes de gastar tu sueldo en objetos costosos, comienza a practicar añadiendo meditación y conocimientos diarios a su rutina. Las brujas de todos los orígenes económicos han estado practicando durante siglos utilizando las herramientas que tienen a mano.

Todas las brujas son mujeres

Es cierto que hay una hermosa historia de mujeres y brujería, en parte porque históricamente las mujeres han sido silenciadas y han utilizado la brujería para aprovechar su poder y subvertir el sistema. Pero en términos generales, la magia no tiene género.

Tus antepasados ​​deben haber sido brujos para que tú seas una

Como muchas otras comunidades, el mundo oculto tiene miembros problemáticos que insisten en que para ser una bruja, debes provenir de un linaje de ellas. Algunas personas tienen brujas en sus familias, y cuando buscas espíritus con los que trabajar, los ancestros mágicos son una opción poderosa. Por otro lado, si vienes de una familia desligada a este tema, no eres cercano a ella o has roto lazos con tu familia por necesidad, eso no tiene nada que ver con si puedes o no ser una bruja.

Los maleficios no son reales

A pesar de que suene aterrador, los maleficios lanzados para infligir infortunios a otros, son de hecho reales. Es posible que hayas oído hablar de la “Ley de Tres” o la creencia de que realizar magia con malas intenciones volverá a ti tres veces, devolviéndote todo lo malo. (La religión neopagana Wicca sostiene que “Lo que das volverá a ti por triplicado”, lo que también se puede aplicar a la magia positiva).

Si estás realizando magia para causar daño a alguien, probablemente estés en un lugar bastante desagradable y oscuro. Hacer magia para liberarte de la ira y poder seguir adelante después de haber sido herido puede ser curativo. Mientras tanto, usar tu arte para herir a alguien a menudo acaba haciéndote sentir mal, sin mencionar que la energía positiva es simplemente más poderosa. Trabaja con el universo, no contra él.

Hay brujas “negras” (malvadas) y brujas “blancas” (buenas)

Hablando de maleficios, tal vez hayas oído hablar de la “magia negra” y la “magia blanca”. Este término tienen matices racistas: los rituales que se cree erróneamente que son “malos”, se etiquetan como “magia negra” y, a menudo provienen de tradiciones como el Hoodoo, que es la magia tradicional africana. La magia en sí no es simplemente “buena” o “mala”: es una herramienta. Todos podemos actuar egoístas, celosos y mezquinos de vez en cuando.

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