En el transcurso de su vida útil, es fácil que su coche muestre disfunciones más o menos graves, que casi siempre no aparecen de la noche a la mañana, sino que son anunciadas por síntomas específicos, que es bueno saber reconocer. Además de contar con un seguro coche para resguardarse las espaldas, es necesario detecta y reparar las fallas de la máquina de manera oportuna y efectiva antes de que se desencadenen otro tipo de fallas.
1) Batería baja o desgastada
Este es un escenario común, todo el mundo ha ido a buscar su coche alguna vez para encontrarse con la sorpresa de que no enciende. Los síntomas de una batería baja no siempre son tan graves, pero, sería bueno prestar atención a algunos pequeños detalles:
- A veces, el coche tiene dificultades para arrancar en invierno o en la mañana pero luego arranca silenciosamente.
- Otras veces el testigo de la batería solo se enciende al arrancar el motor y luego desaparece (la central registra una tensión demasiado baja en el momento del arranque, que luego se normaliza).
- Puede ser la causa de un fallo en el alternador.
Si nota alguna de estas anomalías, sería bueno no esperar, y hacer que un electricista revise la batería, para no averiarse en el momento menos oportuno. El profesional decidirá si la batería solo debe recargarse y reemplazarse porque está demasiado gastada.
2) Embrague defectuoso
El embrague es una parte fundamental del automóvil, ya que permite que el movimiento se transfiera del motor a la caja de cambios, y como todos los componentes mecánicos, está sujeto a desgaste y con el tiempo puede fallar. Usualmente esto se manifiesta de la siguiente manera:
- Los cambios de marcha se vuelven menos suaves.
- El embrague se desgarra o resbala.
- El pedal es muy duro y, una vez que llega al fondo, sube muy lentamente.
- Las revoluciones del motor aumentan, incluso a velocidad constante, sin pisar el acelerador.
Todos estos síntomas nunca deben subestimarse ya que posponer la cita con el mecánico equivaldría a provocar averías más graves, con mayores costes.
3) Mal funcionamiento de la bomba de combustible
Como su nombre lo indica, la bomba de gasolina se usa para transferir el combustible del tanque del automóvil al motor, por lo que si se descompone, el automóvil se descompondrá. Para evitarlo, sería bueno estar atento a los primeros síntomas de su mal funcionamiento:
- El motor hace ruidos diferentes a los habituales.
- El auto lucha por arrancar.
- El motor salta al acelerar.
- El coche responde más lentamente a la presión del acelerador.
Una recomendación importante: evite viajar siempre en reserva, si lo hace constantemente, somete la bomba de combustible de su automóvil a un estrés innecesario. Como el tanque está casi vacío, la bomba aspira aire, se pone en ralentí y se sobrecalienta, yendo contra fallas inevitables.
4) Mal funcionamiento del freno
El sistema de frenado consta de muchas piezas que conviene revisar periódicamente para evitar averías más graves y riesgos para su propia seguridad. Son muchos los síntomas que no deben darse por sentado, ante cuya aparición sería bueno someter su coche a un minucioso control:
- El espacio y el tiempo de frenado son más largos.
- El pedal se hunde anormalmente.
- El coche vibra al frenar.
- Al frenar hay un molesto ruido metálico.
Estos no son síntomas únicos y podrían deberse a diversas causas, como fugas de líquido en el sistema, desgaste de los discos, problemas con el servofreno y muchos otros, por lo que es fundamental acudir a su mecánico de confianza, para que pueda intervenir de la manera correcta, identificando la causa del mal funcionamiento.
5) Fallos del aire acondicionado
Si es cierto que el coche funciona de forma segura incluso con el aire acondicionado averiado, también es cierto que, en la temporada de calor, conducir un coche caliente puede poner en riesgo su salud, disminuyendo también en gran medida el umbral de atención, que es fundamental para una conducción segura. Aquí hay algunas indicaciones:
- Si el aire acondicionado simplemente no arranca, es probable que el compresor se haya averiado.
- Si el rendimiento es muy inferior al estándar, es probable que exista una falta de refrigerante (el sistema, con el tiempo, puede mostrar pequeñas fugas, debido a las continuas vibraciones del coche).
- Si el rendimiento es suficiente, pero no el mejor, podría deberse a filtros de polen sucios.
Un buen consejo es evitar acudir al mecánico en el último momento, y hacer revisar el sistema de aire acondicionado todos los años, antes del inicio de la temporada de calor.
Si bien no todos los problemas requieren una intervención inmediata, hay problemas que deben resolverse lo antes posible para no correr el riesgo de acortar o empeorar la vida útil de su coche.